martes, diciembre 01, 2009

El niño raro, de Vicente Aleixandre


Aquel niño tenía extrañas manías.

Siempre jugábamos a que él era un general

que fusilaba a todos sus prisioneros.

Recuerdo aquella vez que me echó al estanque

porque jugábamos a que yo era un pez colorado.

Qué viva fantasía la de sus juegos.

Él era el lobo, el padre que pega, el león, el hombre del largo cuchillo.

Inventó el juego de los tranvías,y yo era el niño a quien pasaban por encima las ruedas.

Mucho tiempo después supimos que, detrás de unas tapias lejanas,

miraba a todos con ojos extraños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué triste.