domingo, enero 13, 2008

DESCUBRIMIENTOS: LA CIUDAD DE LOS LIBROS SOÑADORES de Walter Moers

Como sabéis comencé mi andadura en este universo de los blogs (que al final ha sido una terapia más para mí, escribir me ha ha ayudado y me ayuda) en julio del año pasado. Y comencé a comentar mis lecturas a partir de esa fecha. No obstante, antes llegaron otros grandes descubrimientos para mí en mis lecturas, libros que me fueron inolvidables y nuevos autores a los que volveré. A partir de ahora rescataré algunos de esos libros y ocuparán un espacio aquí, al mismo tiempo que seguiré comentando mis lecturas del año presente. El primero de estos libros que retomo es La ciudad de los libros soñadores, de Walter Moers, una obra maestra que descubrí al azar.

Poco antes de morir, el gran escritor Danzarote entrega a su joven discípulo, Hildegunst von Mythenmetz, un extraño manuscrito. Al leer el libro, Hildegunst descubre que el desconocido autor tiene un talento único, el Orm, que él también desea poseer. Se dispone a buscarlo y se dirige a Bibliópolis, la ciudad de los libros soñadores, un lugar lleno de anticuarios e impregnado por el olor a cuero viejo, papel antiguo y tinta. En su búsqueda, el joven es atrapado en las catacumbas de la ciudad, un laberinto subterráneo, donde habitan los peligrosos cazadores de los libros que no tienen escrúpulos y están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de conseguir un manuscrito valioso.


Un libro hecho para los amantes de los libros, su historia es un homenaje a la literatura y la pasión por la lectura. El hecho de que sea de género fantástico lo hace aun más atractivo. Es de esa clase de libros enfocados a un público juvenil pero que pueden disfrutar lectores de todas las edades, es una historia llena de enseñanzas, aspecto por el que me recordó a La historia interminable.Desde las primeras páginas la trama mantiene un ritmo trepidante, es de esos libros que se leen del tirón. Sorprendentemente llegas a conectar mucho con los personajes. Algunos destacables son Hildegunst, el protagonista, un personaje que si bien no es muy carismático ni atractivo, resulta especial por su profundo amor a la escritura y respeto a los escritores, además de ser un lector entusiasta, Homunkoloso, muy inquietante y lleno de enseñanzas, y no podría olvidarme de los Librillos, seres entrañables que consagran sus vidas a la literatura.Otro mérito de este autor es la fantástica descripción y ambientación de escenarios, llena de detalles, como Bibliopolis, una ciudad cuya motor principal es la literatura, o los estremecedores parajes del mundo subterráneo, donde te introduces por completo en una atmósfera inquietante. Una obra maestra.


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“De las estrellas venimos, hacia las estrellas vamos. La vida no es más que un viaje a lo desconocido.”


“Cuando escribes una novela al principio todo es muy fácil, los primeros capítulos se escriben con muchísimo impulso. Pero te sientes cansado en algún momento, miras atrás y ves que tienes ya una mitad. Miras hacia delante y ves que te queda la otra. Si pierdes el valor estás listo. Es fácil comenzar algo, difícil terminarlo.”


“No, la literatura no es para la eternidad. Es para el instante. Y aunque se hcieran libros de acero, con letras de diamante, algún día se precipitarían con este planeta sobre el sol y se fundirían…No hay nada eterno. Ni mucho menos en el arte. Lo que importa no es cuánto tiempo la obra de un autor sigue chisporroteando una vez ha muerto…lo que importa es con qué intensidad brilla cuando vive aún.”


“Hay un lugar en el Universo donde se concentran todas las ideas artísticas, se ponen en contacto y engendran otras nuevas. La densidad creadora de ese lugar debe ser enorme… Un planeta invisible con mares y música, con ríos de inspiración pura y volcanes que escupen pensamientos, estremecido por relámpagos de ingenio. Es el Orm. Un campo de fuerzas que despide generosamente su energía. Pero no a todos. Sólo irradia a los elegidos.”


“Bibliópolis contaba con más de 5000 librerías de viejo oficialmente registradas, y, más o menos, mil tiendas de libros en las que además de libros se ofrecían bebidas alcohólicas, tabaco y hierbas y esencias embriagadoras cuyo consumo supuestamente, aumentaba la alegría de leer y la concentración de leer. Había un número difícil de estimar de vendedores ambulantes, que en estanterías rodantes, carritos de mano, bolsos en bandolera y carretillas ofrecían obras impresas en todas las formas imaginables. En Bibliópolis había más de setecientas editoriales, cincuenta y cinco imprentas, una docena de fábricas de papel y un número continuamente en aumento de talleres que se ocupaban de producir tipos de imprenta de plomo y tinta de imprimir. Había tiendas que ofrecían miles de puntos de lectura y ex libris, canteros especializados en soportes para libros, carpinterías y negocios de muebles llenos de atriles y estanterías. Había ópticos, que hacían gafas de leer y lupas, y en cada esquina un café, casi siempre con una chimenea encendida y lecturas literarias las 24 horas del día.”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ME GUSTO TU BLOG, ESPECIALMENTE LA RESEÑA DE LA CIUDAD DE LOS LIBROS SOÑADORES, TENDRE QUE BUSCARLO, AUNQUE DEBO CONFESARTE QUE NO LO HE VISTO Y ESO QUE YO SIEMPRE ANDO A LA CAZA DE UN LIBRO. DE IGUAL FORME ME IDENTIFICO PLENAMENTE CON LAS FRASES,A VECES CREO QUE YO NO SOY DE ESTE MUNDO, MI MUNDO ES EL TU DESCRIBES...GRACIAS! LIBELULA VIVIENTE

Alexandre dijo...

Hola Libelula Viviente, bienvenid@ a mi blog, me alegra que te haya gustado (anima que te lea la gente). En El Corte Inglés lo suelen tener este libro. Y en la cadena de Librerías L, que hay por toda España.

Saludos,
Alexandre