miércoles, noviembre 14, 2007

EL GATO


El gato o gato doméstico, cuyo nombre científico es 'Felis silvestris catus', es un pequeño mamífero carnívoro. El gato vive en convivencia cercana al hombre desde hace unos 9.500 años, fecha muy anterior a las previas estimadas en 3.500 a 8.000 años.
Los nombres actuales más generalizados (cat, chat, gatto, etc.) derivan del
bajo latín cattus, palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes en contraposición a los gatos domésticos que, en latín, eran llamados felis.
Hay
docenas de razas, algunas sin pelo o sin cola como resultado de mutaciones genéticas, y existen en una amplia variedad de colores. Son expertos depredadores y pueden cazar más de cien especies diferentes de animales para alimentarse. También son animales que pueden asimilar algunos conceptos, algunos poseen la capacidad de ser entrenados para manipular mecanismos simples.
Se comunican con gemidos, silbidos, gruñidos y alrededor de un centenar de diferentes vocalizaciones
, además del lenguaje corporal.
Se cree que el
gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) es su ancestro más inmediato.


Al contrario de lo que se suele suponer, en estado salvaje el gato es un animal muy social, que llega a establecer colonias más o menos jerarquizadas. Es un animal cazador y los machos marcan el territorio orinando.
Pueden sufrir enfermedades psicológicas tales como el
estrés. Al igual que un humano estresado, tenderá a desarrollar un comportamiento neurótico.
Se aparean al entrar en
estro o ciclo estral (celo). Esto puede ocurrir varias veces al año y dura aproximadamente una semana. El macho se acerca a la hembra, la que intentará resistirse por todos los medios a la cópula. Si el macho es hábil, conseguirá morderla por la parte posterior del cuello, inmovilizándola y penetrándola. La penetración es algo dolorosa. En la cópula, la hembra comienza el proceso de ovulación: tienen sensores nerviosos que con dicho dolor, activan el proceso de ovulación, de modo que los óvulos no se pierden.
Su
vejez no es gradual, como la humana, sino abrupta. Dura aproximadamente un año y desemboca en la muerte. Un ejemplar viejo desarrolla cataratas y se vuelve más lento. También pierde el olfato. Generalmente duerme todo el día, sin desarrollar ninguna otra actividad, muestra de su extremo cansancio.


Generalmente pesan entre 2,5 y 7 kg; sin embargo, algunas razas como el Ragdoll y el Maine Coon pueden exceder los 11,3 kilogramos. Han existido casos que superaron los 23 kg de peso debido a la sobrealimentación[10] . El sobrepeso es perjudicial para el animal y debe ser evitado a través de una dieta equilibrada y ejercicio físico, especialmente en aquellos ejemplares exclusivamente hogareños.
Los gatos domésticos generalmente viven entre 14 y 20 años. El ejemplo más longevo del que se tiene registro vivió 36 años
[11] . Tienden a vivir más tiempo si se les restringe la salida al exterior (disminuye el riesgo de lesiones producidas por peleas o accidentes y la exposición a enfermedades) y si se los esteriliza (reduce el riesgo de cáncer testicular o de ovarios). Las hembras esterilizadas con anterioridad a su primera camada, tienen menos posibilidades de sufrir cáncer de mama[12] . Los gatos callejeros que viven en entornos urbanos con frecuencia viven sólo 2 años, o menos. Mantenidos en colonias pueden vivir muchos más años: el más viejo se llamaba Mark, quien alcanzó la edad de 26 años bajo el cuidado de la asociación británica Cats Protection. Otro ejemplo de una colonia urbana de gatos - Gatos Del Parque Botanico de Buenos Aires.



(De Wikipedia)






“Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre.” Victor Hugo.








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